Capello alcanzó la obra maestra. El Fabio Horror Show. Una Inglaterra espantosa, ridícula, incapaz y sin tener siquiera estilo definido fue incapaz de imponerse a Argelia. Un empate, dos en sendos partidos, y los pross que se dejan todos los deberes para el último partido del grupo, ante Eslovenia. El empate favorece a los centroeuropeos. Toma castaña. Fue un partido deprimente, de los de almohada, mantita y una sopa de ajo. Inglaterra, precandidata al título mundial, salió espesísima al césped. Ni siquiera la entrada de Barry en el once, el maná para la Prensa inglesa, sirvió para amortiguar lo que ya es un secreto a voces: este equipo no construye. ¿Para que ha ido al Mundial Carrick? Y mientras, Lampard y Gerrard perdidos en el dibujo de los pross, demasiado atrás el primero y demasiado escorado el segundo. Sin llegada.